Por Emiliano Alegrini
Belgrano es una de las calles principales de San Nicolás, que presenta en su extremo ribereño una
bajada formada por una serie de escalinatas decoradas por cuadros ribereños de artistas locales, que culminan en la Av. Costanera
Brigadier Gral. Juan Manuel de Rosas.
Yo no
la vi nacer, pero las personas cuentan que hace 265 años atrás eran solo
barrancas con caída al Aº Yaguarón, que impedía a la hacienda de la
familia Ugarte saciar su sed. Por eso, y para acceder a una de las principales vía de comercialización en esa época, fue creada la bajada de Belgrano.
En
la actualidad, esta bajada es muy utilizada por ancianos, jóvenes y
niños, con sus escalinatas que parecen infinitas, es un camino que las
personas no pueden sortear. Creo
que todos recordamos las reuniones con amigos o llamadas previas antes de salir
a bailar, en esos veranos de mucho calor, al momento que comenzamos a caminar
por el centro nicoleño hablando y bromeando sobre cómo va hacer la noche en la
costanera de la ciudad; y la mayoría al
llegar a la bajada ha dicho “en este momento todos bajamos conforme pero a la vuelta
los quiero ver”, con solo pensar que al regreso deberíamos subir las infinitas
escaleras (vaya uno a saber en qué estado). Era doloroso con solo pensarlo;
pero regresando a la historia ¡quien no ha pasado por ahí!
Hoy,
en la rivalidad deportiva, también está involucrada la bajada de Belgrano, ya
que en la costanera se encuentra el Club de Regatas de San Nicolás clásico
rival histórico del Club Belgrano. El motivo por el cual la
bajada quedó expuesta a la polémica es porque los simpatizantes del club de la ribera la hacen
llamar bajada del Regatas, por el solo hecho de estar muy cerca de su club. Fueron
acostumbrando a niños a creer que ella se llama así, sin saber la
verdadera leyenda. Es normal para un hincha de Regatas decir que la bajada es
de ellos por el solo hecho de utilizarla diariamente para llegar al club, pero
para los hinchas de Belgrano no es algo que les incomode, ya que sólo les interesa
estar delante de ellos en los diferentes deportes.
Lamentablemente, la bajada de calle Belgrano no es ajena a la realidad
y hoy en día muchos ciudadanos prefieren evitarlas debido a las reiteradas
denuncias y quejas sobre la inseguridad que hay las mismas. Es una pena que una
bajada tan peculiar deje de transitarse y sería interesante la iluminación y
protección de la misma para que pueda
seguir siendo protagonista de tantas moralejas, historias y fábulas para recordar y
contar a sus allegados en todo período de sus vidas.
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