jueves, 23 de mayo de 2013

“De Chiquín no tenía nada”


Por Mariano Misere

Hablar de él, es sacarse el sombrero. Nicoleño de nacimiento, jugador de fútbol, nacido el 17 de febrero de 1935 a los 69 años,, Enrique Omar Sívori inició su carrera futbolística en el club Cabotaje y luego pasó por el recordado equipo del Teatro Municipal donde jugó hasta emigrar a River Plate. Hasta acá puede parecer que es la historia de un jugador de fútbol que se destacó con un gol que quedó en la historia, o tantas otras cosas. Pero no es por nada de eso que lo destaco, él no es un jugador cualquiera para mí, porque tiene algo que me hace sentir orgulloso, aunque nunca lo conocí y ni siquiera pude verlo jugar personalmente.
Y te vuelvo a repetir, me pone orgulloso cuando siento que nombran a Chiquín, porque compartimos algunas cosas y no todos tienen ese privilegio. Te adelanto una: la pasión por el fútbol, porque si bien nunca jugué al fútbol siempre amé este deporte. Y si te digo de qué club soy,  vas a decir “pero cómo escribe sobre un riverplatense”, me imagino que te darás cuenta que quiero decir.
Pero volvamos  a él. Antes de contarte qué es lo que compartimos, te cuento algo como para que te imagines qué clase de jugador -y de persona- era. Fue unos de los mejores jugadores el mundo, a tal punto le pusieron su nombre a una cortada de su ciudad y a una tribuna del club millonario, que lo vio alcanzar la fama. Llegó a jugar en varios clubes de Europa y fue nombrado unos de los mejores  del siglo XX. Vistió la camiseta celeste y blanca, la nuestra, y también representó a la Selección de Italia, con la que jugó un Mundial. Me hubiera gustado que no “parle” italiano pero bueno, eso es algo personal.
¡Qué historia por dios!, no sabés la alegría que me da cuando leo la biografía futbolística de este muchacho, y solo por la simple razón de que compartimos algo muy importante. Bueno, no se enojen, ahora les cuento de que se trata. Lo que comparto con Chiquín es algo muy particular, algo por lo que creo ser privilegiado, que es ser nicoleño. Ustedes dirán “ah eso es, yo pensé que era algo más importante”, pero para mi sí es muy importante porque es la ciudad que tanto quiero, ciudad que no cambiaría por nada. Así que más allá de no ser hincha del club que vio crecer a este majestuoso jugador, me saco el sombrero por este nicoleño que fue muy importante para que San Nicolás sea conocida y respetada a nivel deportivo en todo el mundo.

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