martes, 7 de mayo de 2013

El desafortunado final del Cine “Palace Theatre”



Por Emilia Barbaro

“Hacía 46 años funcionaba el Cine “Palace Theatre”, yo tenía 17 y nunca había entrado. 
Recuerdo, fue un  3 de marzo del ’72,  a las 10 de la mañana. Ya estaba en el último año del Colegio Nacional. En medio de la clase de Historia, me pasan una lista en la que se veía resaltado mi nombre, ¡si! al día siguiente se estrenaría, como era costumbre en el edificio de calle De La Nación 178, “Boulevard du Rhum” y a mi me tocaba trabajar en la boletería. Este trabajo lo hacíamos para poder costear el tan anhelado viaje de egresados.
Para cumplir mi sueño necesitería una nota en la que conste el permiso de mis padres, por eso tuve que esperar hasta la hora de cenar. Las charlas en la mesa eran siempre sobre lo que habíamos hecho durante el día, así que aproveché a contarles sobre lo que sería mi primer y único (por ese año) día de trabajo en el Cine “Palace Theatre”. Ellos aceptaron sin ninguna objeción. Feliz por el permiso y la compañía de mi madre a mi primera visita al gran cine, terminé mi cena y me fui a dormir, sin saber que a la mañana siguiente me levantaría con una pésima noticia: “En la madrugada del 4 de marzo un inminente incendio destruyó la sala”.
Eran las 9 de la mañana cuando escuché esa noticia en una radio local (que no recuerdo cual era). Apenada y con lágrimas en los ojos busqué a mi mamá en el patio de mi casa. Estaba en el fondo, colgando la ropa recién lavada y con un perfume que todavía puedo recordar,  me acerqué,  le dije que en la radio habían dicho que en altas horas de la noche el elegante cine de la ciudad se había incendiado por completo y que los bomberos municipales junto con otras dotaciones no daban a basto para combatir el fuego. Fue enseguida que mi madre terminó con su actividad y me pidió que me cambiara. Salimos juntas para ver que estaba pasando realmente.
Cuando ibamos llegando, notamos un humo negro y espeso que se esparcía por todo el lugar. Llegamos a la puerta del cine y las lágrimas se hicieron incontenibles, era un verdadero dolor ver como el lugar por donde habían pasado desde cientos de películas, tanto extranjeras como nacionales, hasta la privilegiada y hermosa voz de Carlos Gardel,  estaba cayéndose a pedazos por ese ardiente fuego.
Sólo la fachada mantenía su refinada estructura, lo demás ardía entre las llamas que se devoraban poco a poco cada espacio, cada objeto que formaba parte de la imponente sala, las cortinas de pana roja se convertían en cenizas, las butacas quedaban en el recuerdo,  y así yo veía caer la ilusión de formar parte de la historia del cine Palace.
A diario paso por la cuadra de Nación al 100, por delante de los locales que hoy ocupan el vacío que dejo una sala recordada  por muchos nicoleños  y siento correr en mi cuerpo un escalofrío que me recuerda cada momento de ese 4 de marzo de 1972.”

Así, con notable nostalgia, Julia me describió lo que había sucedido hace 41 años atrás. Sabe que no todos lo vivieron de la misma manera que ella, no todos trabajarían por primera vez en el elegante cine, pero ella sí.
Lo que yo necesitaba era información de lo ocurrido durante el incendio, y Julia terminó describiéndome lo que ella había sentido, nunca pensé que alguien que en ese momento era una adolescente pudiera vivir con tanto sufrimiento la perdida de un edificio tan antiguo, y relatar conmovida el desafortunado final del Cine “Palace Theatre”.


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